Del Moncayo a los Highlands
Esta es la crónica de un viaje alucinante deseado desde hacía mucho tiempo.
Había tres fines especiales; el primero, era recorrer el país de punta a punta (de Norte a Sur y de Este a Oeste…), que a nuestra manera lo hicimos, y el segundo, localizar a Nessy, ¡casi lo vemos!, y el tercero, encontrar a Sir William Wallace, y lo vimos .
Esta crónica carece de algunos detalles técnicos, como, mapa de rutas, kilómetros de etapas ( alla millas), gasolina gastada, cervezas que nos bebimos, etc, etc, más que nada, que no lo hicimos. En total hicimos 4.258 kms, sin contar los hechos en barco.
Todo empezó el día 5 de Junio del 2010 a las 6 de la mañana. Habíamos quedado en el “Hernani” (cerca de Alfaro), a las 9h. Apareció Juan, ese compañero de viaje allá donde los haya, con su flamante montura, una CBF 600. El otro viajero y narrador, El Calaveras, con unaHabía tres fines especiales; el primero, era recorrer el país de punta a punta (de Norte a Sur y de Este a Oeste…), que a nuestra manera lo hicimos, y el segundo, localizar a Nessy, ¡casi lo vemos!, y el tercero, encontrar a Sir William Wallace, y lo vimos .
Esta crónica carece de algunos detalles técnicos, como, mapa de rutas, kilómetros de etapas ( alla millas), gasolina gastada, cervezas que nos bebimos, etc, etc, más que nada, que no lo hicimos. En total hicimos 4.258 kms, sin contar los hechos en barco.
Después del rápido café, partimos hacia el puerto de Santurtxy para coger el ferry que salía a las 12,15 h. La verdad, poco que contar de este viaje, ya que después de 29 h e innumerables cervezas en la tripa, se hizo aburrido.
Por fin llegamos a Portsmouth ( ya empezaba a tener abstinencia de moto, jejeje), y empezamos a experimentar nuevas sensaciones….. ¡ Conducir por la izquierda ¡
Es extraño, ya que en poco rato va todo al revés, adelantas por la derecha, los cruces y rotondas tienes que mirar a tu derecha, y después de muchos años intentando aprender a conducir bien, ahora tienes que aprender a conducir por el otro lado y además rápidamente.
Cuando paras a repostar o para lo que sea (…), al incorporarte siempre tienes que dedicar unos 3-4seg, a pensar y situarte en que carril vas a empezar la marcha, y una vez en marcha, todos van al réves. Es una sensación rara e inquietante pero a la vez divertida.
Llegámos sobre las 5 de la tarde, asi que decidimos hacer unos pocos de kilómetros para adelantar. Nos juntamos con otros moteros de Vitoria que iban a “The Man Island”, y juntos empezábamos nuestra primera jornada en Inglaterra.
Tuvimos que hacer noche en Penkritge, un pueblecico muy chulo cerca de Stafford.
Comenzamos la segunda jornada con un “ full english breakfast”, así cogimos las fuerzas suficientes para la entrada a Escocia, que además nos recibió con una pasada de lluvia ( para que nos fuéramos acostumbrando), allí nos decían: “ Scotland is it; rain, rain, rain”. Esa frase también la había oído en Holanda, en otro viaje anterior: ”Holland is it”.
Cuando paras a repostar o para lo que sea (…), al incorporarte siempre tienes que dedicar unos 3-4seg, a pensar y situarte en que carril vas a empezar la marcha, y una vez en marcha, todos van al réves. Es una sensación rara e inquietante pero a la vez divertida.
Llegámos sobre las 5 de la tarde, asi que decidimos hacer unos pocos de kilómetros para adelantar. Nos juntamos con otros moteros de Vitoria que iban a “The Man Island”, y juntos empezábamos nuestra primera jornada en Inglaterra.
Tuvimos que hacer noche en Penkritge, un pueblecico muy chulo cerca de Stafford.
Comenzamos la segunda jornada con un “ full english breakfast”, así cogimos las fuerzas suficientes para la entrada a Escocia, que además nos recibió con una pasada de lluvia ( para que nos fuéramos acostumbrando), allí nos decían: “ Scotland is it; rain, rain, rain”. Esa frase también la había oído en Holanda, en otro viaje anterior: ”Holland is it”.
Así pasamos Glasgow y sin parar fuimos hasta Ford William para hacer noche y secar toda la ropa, ya que el mono de agua ( bueno, la funda del …) también nos había pasado un poco de agua dentro.
Después comenzamos la ruta con dirección a Ford August, donde comienza el famoso Lonch Ness, donde estuvimos viendo que por medio de unas compuertas a diferentes alturas subían y bajaban a los barcos para ir a otros lagos .
De allí fuimos hacia la Isla de Skye, sencillamente alucinante. Los acantilados, los valles, el verde, las carreteras o Passing Place ( carreteras estrechas que cada media milla se ensancha para dejar pasar a otros vehículos, parecidas a la subida a La Diezma) , y todos los animales sueltos que se te cruzan y tienes que llevar más cuidado que ojos.
De allí fuimos hacia la Isla de Skye, sencillamente alucinante. Los acantilados, los valles, el verde, las carreteras o Passing Place ( carreteras estrechas que cada media milla se ensancha para dejar pasar a otros vehículos, parecidas a la subida a La Diezma) , y todos los animales sueltos que se te cruzan y tienes que llevar más cuidado que ojos.
Al día siguiente, y después del “breakfast” arrancamos hacia las Highlands, pasando por su capital Inverness. Queríamos ir por los passing places y llegar a Thurso, lo más al norte de nuestro viaje. Realmente lo conseguimos, aunque con la boca llena de mosquitos, de no poder cerrarla en toda la jornada, debido a lo flipante de la ruta. A veces parecía estar en Ordesa, aunque al nivel del mar. Los ciervos, los conejos, las ovejas ni se asustan a tu paso.
Al mediodía llegamos a Thurso y el fresco se apoderaba de nuestras ropas, asi que el forro polar tomo forma y se ciño a los cuerpos moteros y ….cerveceros. ¡Qué menudas cervezas tienen por aquí! . Que grato recuerdo he traído en mi paladar, en la cabeza y en mi barriga.
Al mediodía llegamos a Thurso y el fresco se apoderaba de nuestras ropas, asi que el forro polar tomo forma y se ciño a los cuerpos moteros y ….cerveceros. ¡Qué menudas cervezas tienen por aquí! . Que grato recuerdo he traído en mi paladar, en la cabeza y en mi barriga.
Dicen que los ruidos que produce el “monstruo” son producidos por corrientes de aguas marinas que se comunican con el lago, ¡Ah! Eso dicen…, quizás con el buen whishy y las birras que hacen aquí, se vea realmente a Nessy, jejeje.
Ya en Ford August nuevamente, decidimos realizar algunos de los brindis prometidos aquellos que por un motivo u otro no pudieron venir. Al día siguiente, seguirían los brindis con la ruta por alguna destilería que otra de camino a Aberdeen.La jornada siguiente fue un poco de descanso, o así lo habíamos previsto. La idea era ir a Edimburgo, que llegamos al mediodía, y por la tarde visitarlo relajadamente dando un paseo, y de tanto relax nos dieron las tres de la mañana. La capital de Escocia es muy bonita, cada fachada de cada casa o sus calles tienen algún que otro detalle singular, las vistas son preciosas y la música en vivo en cualquier bar o esquina. Realmente es la capital, aquí oyes todo tipo de lenguajes y ves diferentes colores de piel. La gente es muy amable y educada como en todo el país en general.
Al día siguiente, fuimos a ver St. Andrews ( ciudad más bonita del mundo de 2007, según decía el cartel a la entrada), donde habían grabado escenas de la película; Los inmortales. Las ruinas de su catedral y el pueblo en sí estaba muy cuidado. De aquí tomamos rumbo a por nuestro último reto, Sir William Wallace.
Finalmente hicimos noche en New Abbey un pueblecico muy chulo con unas ruinas muy bien cuidadas, y donde nos atendieron fabulosamente.
Nos quedaban dos días para coger el ferry de vuelta a España y Escocia nos despidió igual que nos recibió, con agua, mucha agua. La idea era ir tranquilamente viendo parte de Inglaterra. Pensamos en Liverpool, pero llovía tanto que desestimamos esa opción y fuimos a dormir a un pueblo llamado Congleton. La habitación parecía “la guerra”,de ropa tendida por todos los sitios. Al día siguiente fuimos a Salisbury ( aquí se narra la novela de; Los pilares de la tierra), que tiene la torre más alta de Inglaterra, según el libro y en su época. Es una ciudad muy bonita, pero no dejan de ser ingleses, la cordialidad se ha perdido un poco y nos miran como lo que realmente somos, extranjeros.
Nos quedaban dos días para coger el ferry de vuelta a España y Escocia nos despidió igual que nos recibió, con agua, mucha agua. La idea era ir tranquilamente viendo parte de Inglaterra. Pensamos en Liverpool, pero llovía tanto que desestimamos esa opción y fuimos a dormir a un pueblo llamado Congleton. La habitación parecía “la guerra”,de ropa tendida por todos los sitios. Al día siguiente fuimos a Salisbury ( aquí se narra la novela de; Los pilares de la tierra), que tiene la torre más alta de Inglaterra, según el libro y en su época. Es una ciudad muy bonita, pero no dejan de ser ingleses, la cordialidad se ha perdido un poco y nos miran como lo que realmente somos, extranjeros.
Cerquita de aquí hay unas formaciones del neolítico, piedras gigantes dispuestas en círculos que las ponían así para adorar a alguna divinidad.
Cuando llegamos a Bilbao nos dijeron que había llovido toda la semana, pero nosotros no nos mojamos, al contrario nos fuimos directamente a almorzar al puerto de Barazar, unos huevos fritos con…, y después a Logroño y por el Turruncún al Moncayo.
Se acabo este viaje, ahora ha preparar otro sin mucho espacio de tiempo.Salu22222222222
El calaveras
