martes, 29 de marzo de 2011

360... GREDOS

Comenzo un fin de semana nuevo, aunque esperado, ya que se había quedado con varios meses de antelación.
La jornada de aproximación fue un viernes amenazante de diluvios, pero este día la lluvia no nos quiso hacer caso y conseguimos pasar inadvertidos.
Como casi siempre que me voy de viaje, mis sueños no paran de hacer kilómetros, y los ojos se abren molestando al despertador antes de hacer su trabajo. Empezaba un fabuloso día. Reunirse con amigos que en un tiempo no has visto y conocer unos parajes desconocidos en la Sierra de Gredos.
Desde seguir una ruta, y saliendo de Alcalá del Moncayo salí dirección a Tarazona donde reposte. Agreda, Soria, El burgo de Osma, Riaza (donde pare a echar un cafecico) y la llegada a Buitrago del Lozoya habiendo pasado el puerto de Somosierra, ese fue el recorrido inicial para la primera reunión al mediodía.
Esta localidad, amurallada y con su historia fue el preámbulo de lo que iba a conocer durante el finde, pueblos y lugares llenos de anécdotas e historias que sólo los libros y las gentes del lugar conocen.
Nos pusimos en ruta dirección a Villanueva del Lozoya, Gargantilla del Lozoya y Lozoya. Para ir a Rascafria y hacer el puerto de Navacerrada, donde paramos para hacer alguna foto y echar una cerveza.

Salimos hacia Guadarrama para ir a San Lorenzo del Escorial. Que de piedra junta!!!!!! Hasta la calzada y los badenes son de piedra, todo un arte de cantería.

De allí, fuimos a reunirnos con los "cuñaos" al mítico, a la vez que corto, Puerto de la Cruz Verde.
Mientras llegaban, comimos y nos fuimos hasta Peguerinos para hacer unas poquicas curvas y bajar la comida.
Cuando ya estábamos los cuatro, después de los abrazos, saludos y todo eso, nos pusimos en marcha dirección Ávila desviándonos hacia El Hoyo de Pinares, Cebreros, El Tiemblo para pasar junto al embalse de Burguillo y adentrarnos a la localidad de Navaluenga, donde pasaríamos el fin de semana.

Así transcurrió el viernes, aunque la noche se alargo un poco tras cenar y la posterior cata de cubatas.
Comenzaba el sábado para seguir una ruta que el amigo Güis llevaba preparada, salvo algún imprevisto que les dimos buenas soluciones.
Sólo hicimos una pequeña parte de la sierra, aunque su encanto y paisajes llenaban los objetivos de nuestras cámaras para hacer eternas las vistas de estos sitios.
Así tras el café mañanero para despertar algunas cabezas resacosas, nos pusimos en marcha para disfrutar el día, algún rayo de sol nos saludaba vagamente, pero, no amenaza agua.
Cogimos dirección Burgohondo, Navatalgordo, Navalosa, Hoyocasero y La Venta del Obispo. Lugar donde íbamos a degustar sus famosos torreznos con una cervecica, aunque el menú varió a las típicas patatas revolconas de Ávila.

De allí fuimos al famoso Puerto del Pico, donde las nubes nos tocaban los cascos, las vistas  alucinantes donde miles de años atrás, la civilización romana dejo su huella. Una calzada romana realmente bonita, larga y espectacular.

Después de una pequeña bajada por la cara sur, cogimos una carretera llena de madera cortada, barro y muchas trampas que iban diciendonos lo que mas tarde se avecinaba, una travesía trailera. El Arenal, El Hornillo y finalmente Guisando. Paisajes y pueblos llenos de encanto, sucesión de curvas, emanando cascadas de agua por muchos rincones y la búsqueda equivocada de los "Toros de Guisando", ya que están en otra localidad, nos llevo hasta Arenas de San Pedro donde paramos a tomar un tentempié, y al poco, en Ramacastañas paramos a comer el famoso Chuletón  de Ávila.
Dirección a Lanzahita, y la severa mirada de la Benemérita , nos fuimos hacia Pedro Bernardo, con sus curvas de llegada que invitan al "racing".

 Sorteamos este pueblo bestial por sus vistas, alucinante por su colocación, espectacular desde todos los ángulos por donde lo mires, ¡cosa que hicimos!, ya que, otra vez, la Benemérita nos desvío a causa de un raly de vehículos antiguos, y los traileros tiraron por una pista que llegaba hasta Gavilanes,dando toda la vuelta completa por carretera y por pista a Pedro Bernardo, pues eso, para que quiero una GS si tengo una RT trailera.



Llegamos a Mijares y comenzamos a subir su puerto, que a medida que subíamos las vistas se iban reduciendo por la niebla, coronamos el puerto y la bajada fue interrumpida por unas obras que tuvimos que bordear la localidad de Villanueva de Ávila para llegar a Burgohondo y Navaluenga finalmente.
Mientras cenábamos la lluvia hizo acto de presencia, y como nos pusimos de agua mientras volvíamos a casa, ufff!.

Llego el domingo,el día comenzó en calma y camino a casa, recorrido gastronómico hasta Pinto y luego la grandisima y aburrida M-50, Guadalajara y por Jadraque hacia casa.
Desde Hita hasta casa, el mono de agua ( o mejor dicho, la funda)  fue mi compañero de viaje, ya que no paro de diluviar con todas las ganas del mundo. Que haría Noé cuando el diluvio?, ¡probecico!.
Así había completado un finde maravilloso y un poquito húmedo.
Salu2222
El Calaveras

No hay comentarios:

Publicar un comentario