domingo, 23 de noviembre de 2014

Un país a 40 kilómetros por hora.



Es otro mundo.
Sensaciones diferentes, carreteras diferentes, velocidades diferentes.
Todo es diferente.
La gran diferencia radica en tocar el claxon primero, en ponerte a adelantar el primero.
Así te abres hueco donde no lo hay.
La velocidad esta limitada a 40 km/h para todos los vehículos, aunque luego lo cumplen unos pocos.




No hay normas de circulación, o así lo parece.
Sólo se sabe que la izquierda es tu carril, pero parece ser un dato anecdótico.
Sólo lleva casco el conductor, y los demás acompañantes suman tantos como entren en el asiento de la parte de atrás de la motocicleta.
La mayor cilindrada que vi fue una Honda de 220cc.
Aún así, allí estuvimos conduciendo unos scooter que nos divirtieron toda una mañana por los alrededores de Pokhara, Nepal.





Tuvimos de todo....
Buen tiempo, espectaculares visitas, buena rutica.
La gasofa no es más económica que en Europa, pero las carreteras, calles y el asfalto brilla por su buen estado. Baches y mal asfalto, cuando lo había, nos recordaban un recorrido off-road.
Y aunque no lo parezca la contaminación en las ciudades y el mal estado de los catalizadores (quizás ni los conozcan) y los motores hacían que respirar sanamente fuera otra tarea pendiente.



También nos paro la policía, que la verdad, nadie les hace caso.


Pero a pesar de todo el kaos y ruido continuo de los conductores y vehículos, en ningún momento la gente protestaba ni se quejaba de los atascos y aglomeraciones.




Asia es diferente en casi todo a lo que conocemos. Nepal, también.



Salu2222
El calaveras

lunes, 4 de agosto de 2014

104 Kilómetros andando o quizás más.

Muchos retos, muchas metas, muchos finales, y todo, ¿para qué?
Vencidos y vencedores.
Escucho en estos momentos a Adele, "Someone like you".
Quizás las paranoias vengan por el fruto del cansancio, quizás por la locura, pero los pensamientos corren por la cabeza como el aire por la dehesa, por esos campos que anocheciendo nos acercaban a Borobía.
Esta vez, el pensamiento de hacer los 104 kilómetros andando de la Calcenada, nos pudo y sin ninguna duda nos apuntamos y aquí estábamos andando ya por la provincia de Soria, encorriendo al sol para que se acostara por el poniente.
Nuestras metas más cercanas, para poder engañar a la mente, eran los avituallamientos más completos que cada 20km +/- teníamos. Allí la organización nos llevaban nuestras mochilas con todo tipo de complementos que previamente habíamos rellenado en nuestras mochilas. Ropa seca, calcetines, camisetas, calzado, etc,etc.
Borobía, Aldehuela, Lituénigo, Lítago y Talamantes.
En todos ellos los voluntarios nos ofrecían sus viandas y sus sonrisas, incluso el mejor "heavy metal" para amenizar las horas nocturnas que nos hacían sufrir de lo lindo. Terreno pedregoso, y falta de iluminación hizo que una caída imprevista nos ralentizara el ritmo, pero llenos de moratones y doloridos continuamos hacía nuestro próximo destino, esta vez Lituénigo.
Era tarde, o pronto, según se vivan las horas del reloj, pero la charrada y las ganas por seguir continuábamos hacía Lítago a por un avituallamiento más que merecido.
Comenzaba nuestra peor pesadilla, y creo que como a nosotros a todos los participantes, empezabamos el peor tramo del recorrido. No por la dureza, no por las vistas, pero sí por el asfalto.
Un amanecer precioso y fresco nos daba fuerza para continuar nuestra ruta, menos mal.
Un Moncayo solitario nos acompañaba haya donde íbamos, nos acompañaba en cada paso, en cada momento, nos soplaba y acariciaba en cada momento, pero se durmió en el tramo mas duro y oscuro.
El tramo interminable de asfalto.
Lítago, Añón, Alcala y Talamantes.
Muchos kilómetros que no merecen estar en una prueba tan chula. Hasta el Moncayo se acostaba y nos dejaba de lado.
Los que conocemos la zona, podríamos hacer ese tramo sin pisar una gota de asfalto. Por parajes preciosos, sendas alucinantes y caminos sombríos, pero no entiendo que esta prueba no mejore estos recorridos.
Así por fin llegamos a Talamantes, localidad con un encanto especial y unos vecinos maravillosos que nos daban el último aliento para poder llegar a Calcena.
La ultima dificultad que nos quedaba era la subida al Collado de Valdelubia para luego bajar a Valdeplata y por el sendero que va paralelo al río  llegar por fin al destino.
La llegada a Calcena fue como casi toda la prueba, solitaria.
Nada de aplausos, nada de saltos y alegría, más bien diría que indiferencia.
Es verdad que no es una prueba competitiva, no hay premios.
Ni vencidos ni vencedores.
Pero si somos personas que haciendo un gran esfuerzo, andando o corriendo o en bici o en caballo 104k( o quizás más) sufriendo la lluvia, el granizo, la soledad y el sueño hacen posible la sonrisa de un pueblo y de una comarca. Y que si no fuera por esas personas, pruebas como esta no se llevarían acabo.
Desde Seguir una ruta me enorgullezco de haber participado en esta prueba y doy mi más sincera enhorabuena al esfuerzo de toda la organización y voluntariado de la prueba.
Espero volver hacerla alguna que otra vez, aunque hoy de momento sólo me pide el cuerpo descansar.

Salu222
El calaveras

miércoles, 2 de julio de 2014

Collarada.

Lo dicho hacía unos días.
Comenzamos una nueva línea en el blog.
No olvidamos la anterior.
Nuestra pasión, las motos, nuestra lema, viajar sea como sea.
Iniciamos la línea montañera, sin ánimo de enseñar a nadie lo que tiene que hacer en todo momento mientras dura su viaje por la montaña. Simplemente contar los destinos que "seguir una ruta" continua haciendo, a veces en moto, otras pateando y algunas corriendo por los diferentes paisajes del mundo.

Destinos hay muchos, poco a poco iré contando los nuestros, pero este fin de semana habíamos elegido la localidad de Villanúa (Huesca) para comenzar nuestras rutas montañeras, y como destino la cumbre de Collarada con sus 2886 m.


Las vistas de nuestro alto destino, y mas, por sus 2000 metros de ascensión que nos esperaban a lo largo del día.
Aunque las nubes insinuaban humedad, la verdad que nos hizo un día espectacular, incluso hubo momentos en que el calor nos hizo meter ropa en la mochila. Pero al final, en la cumbre, el viento nos acariciaba en todo nuestro cuerpo para que pudiéramos arroparnos.
Desde la localidad de Villanúa hay varias rutas para hacer esta cumbre, nosotros elegimos la más larga, quizás por equivocación, pero que al final de la ruta se agradece al ser circular y patear por diferentes recorridos .
Comenzábamos temprano la jornada con miembros del Club Valpertuna de Tudela hacía la Fuente del Paco.

Isabel, Oscar y Hugo, geniales compañeros de andada, risas y apoyo en todo momento, que más se puede pedir.

Aunque lo parecen, ¡¡no son Gnomos!!.
Bueno que se yo.
Senderos nos llevaban siempre hacía el cielo, sin descanso ni rellanos. Abandonábamos el bosque y la pradera y sus muros de rocas nos señalaban el camino a seguir.



El recorrido que veníamos haciendo desde Villanúa (al fondo), subiendo por el valle y esto sólo era la mitad del camino.


Hay estaba encima del mojón, o hito, nuestro destino. Collarada.
Los pasos intermedios, como las vistas a Collaradeta y su collado, nos hacía exprimirnos con el fin de llegar a la cima.


Vistas del Midi d´Ossau.


El destino del día siguiente. La Pala de Ip.


Llegábamos a la cima de Collarada.



La bajada, aunque parecía cercano el destino, nos quedaba un buen desnivel que superar, esta vez negativo pero que cada rato se hacía más larga la llegada.


Un día estupendo, nos respeto la climatología y a pesar de su dureza con ganas de comenzar a subir nuevas cumbres.

Salu2222
El Calaveras

martes, 3 de junio de 2014

En breve, nueva entrada



Os invito a todos a seguir una ruta.

En breves, continuamos viajando, ahora también sección montaña.

Salu222

El Calaveras.